27 octubre 2009

Kenny McCormick

Hijoputa
Kyle Broflovski

Sé que he dicho que no me gusta aceptar menores en mi consulta y que he vuelto a hacerlo. "He vuelto a hacerlo"... Ay, me recuerda tanto al bueno de Michael, en gloria esté... En cualquier caso, he hecho una nueva excepción porque algo me decía que no sería por mucho tiempo.

Como suele ocurrir a la gente que viene a mi consulta, una de las raíces de sus cuitas es la falta de comunicación. Pienso que no es culpa suya, sino de la gente, que es muy cruel. Lo sé porque a Fraga le subtitulan en la tele.

Sin embargo, para mejorar su calidad de vida creo que hay pasos más prioiritarios. Por ello, los ejercicios que le he propuesto para esta semana son:

  • Respirar.
  • No usar pijamas de pino.
  • Quedarse en este barrio.
  • Dejar las malvas en paz.
  • Mantener a los gusanos a dieta.

De vivir la vida ya hablaremos en próximas sesiones. Con otro paciente, supongo.

20 octubre 2009

Casper

Estoy pasando muerto este año por razones fiscales

Douglas Adams

Normalmente prefiero no coger pacientes menores de edad. Al contrario de lo que se sugiere por ahí, esta decisión no tiene nada que ver con sugerencias de mi abogado. Sin embargo, este caso en concreto merece una excepción. No se conocen muchos niños con 80 años de edad.

Al menos fuera del gobierno de Italia.

El chaval sufre problemas de integración. Y de integridad. De integridad física, quiero decir. Algún lado malo tenía que tener lo de ser incorpóreo. Lo bueno es que es un chico muy majo, sin dobleces. Casi, casi transparente.

La verdad, no sé muy bien qué pretende de mí. Mis habilidades son ajenas a algunos de sus problemas. Porque por mucho que yo me esfuerce, será imposible que logre llevar una vida normal mientras no esté... bueno, mientras no esté vivo. Por si acaso, he decidido proponerle una serie de ejercicios para ir ganando tiempo:

  • Tratar de ampliar su círculo de amistades a personas normales. Christina Ricci no cuenta.
  • Caminar. Y no me refiero a dar paseos, sino a pisar el suelo por el que pasa. No es una metáfora.
  • Da igual lo que le haya dicho "una señora venida del futuro": NO debe lavarse con Neutrex.
  • Cambiar de nombre. En su defecto (valga la redundancia), fichar por alguna cadena de televisión española.
  • Ver Redes en lugar de Cuarto milenio. Aunque esto poco a poco. Tampoco quiero que se entere de sopetón de que los fantasmas no existen. Ya tuve bastante aquella vez que hice lo mismo con Dios...

13 octubre 2009

Neo

La realidad es fácil. Es el engaño lo que tiene un duro trabajo
Lauryn Hill

Es algo que me tengo que mirar a mí mismo, pero me da mucha rabia la gente que lleva gafas de sol todo el tiempo, aunque esté en sitios cerrados. Es algo completamente irracional que me ha hecho cogerle tirria incluso a Stewie Wonder. A Carlos Fabra no. No por las gafas de sol.

Lo del señor Anderson ha sido peculiar. Cuando le vi la primera vez, pensé por su atuendo que era una conocida estrella de rock; aunque, en seguida pasé a creer que vestía así por ser fan de Crepúsculo. Con lo llorica que ha resultado ser, comienzo a sospechar que es un emo.

Sin embargo, sigo avergonzado por haber confundido con alguien popular ¡a un informático! Creo que el chico se lo tiene algo creidito, así que me he propuesto bajarle los humos con algunos ejercicios:

  • Replantearse su posición en el trabajo. Desconozco el tamaño de su empresa, pero que sea el único programador más que convertirle en el elegido, le convierte en el que se come todos los marrones.
  • Dejar de golpear a todo el que lleve traje y gafas de sol. Mientras lo consigue, es mejor que deje de frecuentar edificios de oficinas.
  • Sonreír. Esto es un ejercicio no ya psicológico, sino físico, para que no se le atrofie la musculatura de la cara. Adoptar cualquier expresión facial, la que sea, estará bien.
  • Cuando empiece a ver que las cosas pasan a cámara lenta, no es porque sea el rey de la fiesta, sino porque ha llegado la hora de ir a acostarse. Lo que nos lleva al último y más importante punto:
  • Recordar las sabias palabras de su mamá y no aceptar caramelos de extraños.

06 octubre 2009

Indiana Jones

La Arqueología es la cotilla de las ciencias. Es la caja de arena de hombres que no se preocupan de a dónde van, sólo quieren saber dónde han estado todos los demás.
Jim Bishop

¿Saben esta gente que parece que está acabada y que de pronto se beben una copa y aguantan hasta el after? ¿Y qué después de beber esa copa ellos se ven como unos tipos increíbles y en realidad rozan lo patético? Pues piensen en una copa barata, nada que pudiera permitirse un ejecutivo en la Castellana. No sé, más bien la copa de un albañil o un carpintero o algo así.

Este hombre es así. Al principio es un tipo estupendo, pero a medida que pasa el tiempo se ha ido aburguesando y lo peor es que no es consciente. ¿O cómo llamarían ustedes a la manía que le ha dado últimamente por coleccionar figuritas de Swarosky?

Por otra parte, me llama la atención que se sorprenda tanto cuando le aparecen hijos secretos. Un tipo que siempre que conoce a mujeres ataviado con su cuero y su látigo...

A pesar de todo, acude a mi consulta y habrá que hacer algo. Empecemos con unos ejercicios básicos:

  • Revisar el código deontológico de su profesión. Sospecho que los demás arqueólogos no buscan las cosas para destruirlas.
  • Dejarse de excusas tontas: no necesita justificarse diciendo que "la X marca el lugar" cuando le encuentran en un sex-shop. Nadie se cree tampoco lo de "vi un látigo en el escaparate y...".
  • ¿Y si se compra un perro y lo llama Henry?
  • Apuntarse a una academia de idiomas. Imitar acentos no hace automáticamente que los alemanes entiendan el inglés.
  • Aprenderse bien la parrilla de Cuatro: el programa en el que sale Iker Jiménez no es un informativo.

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