La realidad es una ilusión creada por la falta de alcohol
N. F. Simpson
En realidad no es la primera vez que trato a Gandalf. Una vez tuve que ingresarlo, a pesar de su resistencia incial. Que iba a llegar tarde, decía. Para ser un tipo que no lleva reloj, tiene un problema con lo de querer llegar a tiempo a los sitios. Lo atribuyo a la necesidad de permanecer activas de algunas personas retiradas.
En cuanto a su obsesión con los niños, no hay mayor preocupación. Los alcaloides han dejado su libido fatal, así que busca en ellos una sustitución de los nietos que nunca tuvo. En realidad, se limita a contarles historias de dragones y a decirles que se vayan juntos de excursión.
Aún siendo un vejete inofensivo, con cierta tendencia al diógenes, le he propuesto unos ejercicios para esta semana:
- Comprarse ropa. No le ayuda ir en bata todo el día. Le he sugerido que intente combinar los colores, aunque de esto no le he visto muy convencido.
- Cortarse el pelo y afeitarse. Con su afición a hacer marchas por el campo, sus pelos deben albergar hasta alacranes.
- Apuntarse a los viajes del imserso, dada su afición viajera. Cuando me ha preguntado si van al reino del mal que está hacia el sur, he supuesto que se refería a Benidorm. Parece que así se ha convencido.
- Contener su ira para no pelearse con otros ancianos, como suele hacer. Especialmente con ex compañeros de trabajo.
- Desde luego, dejar de rememorar sus "viajes" a lomos del "caballo" con ese deje positivo.
También he procurado que deje de hacerse llamar Gandalf y otros nicks que suele usar. Ha aceptado hacerse llamar Iñigo Asiáin.
Bravo, bravo!! Sois grandes
ResponderEliminarPa quitarse el sombrero :D
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