23 diciembre 2009

Papá Noel (Santa Claus)

Dejé de creer en Santa Claus cuando mi madre me llevó a verle a una tienda y me pidió un autógrafo
Shirley Temple

Navidad es la época para los grandes emprendedores: siempre se ha dicho que en esta época del año un par de personas inició un negocio en una especie de zaguán que acabó por convertirse en una organización extendida por todo el mundo. Pero no sólo está el caso de Microsoft, también el paciente del que os hablo esta semana.

Este hombre empezó como deshollinador metiéndose por las chimeneas. Pero parece que está el tema como con los fontaneros, sólo que encima hay muchos menos en el negocio. Conclusión: con lo que saca currando un día, saca para pasar todo el año. Bueno, como el calvo de la Navidad ese que sólo sale una vez al año por la tele para contar un cuento bonito y lleno de buenas intenciones. El rey, digo.

Como coincide que esta semana me ha dicho que tiene lío y que yo me pienso lobotomizar a base de comer, le daré margen, pero espero que empiece a ponerse las pilas con los siguientes ejercicios:

  • Relejarse en el debate político. Está bien ser republicano, pero hay diferencia entre eso y ver a los reyes como su competencia.
  • Si se está quedando calvo, se está quedando calvo. No lo evitará llevando puesto todo el día el gorro de dormir.
  • Llevar a sus mascotas al veterinario cuando le necesitan. Un buen índice de esto es que tengan la nariz roja y brillante.
  • Es cierto que es de mala educación no degustar las viandas de la esforzada invitación de un anfitrión. Pero una galleta por persona cuando se visitan 6.000 millones en una noche quizá sea un exceso. Por mucho que le pique Falete.
  • Si ve elfos... bueno, no, lo de los elfos lo hace bien: puestos a ver seres bajitos y de voz chillona, ¿qué mejor que ponerles a trabajar repartiendo ilusión? Algunos también lo ven como esclavismo, pero no es nada que no haga la Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado con los niños de San Ildefonso.

17 diciembre 2009

Mario

No es sólo no hay Dios, además intenta conseguir un fontanero en domingo
Woody Allen

Superada la aversión a los puercoespines, por fin me puedo poner con el señor Mario en trabajar otros aspectos de su patología. Lo cierto es que ha sido una labor ardua. El pobre hombre veía erizos por todas partes: incluso en esos delirios que tiene en los que cree participar en las Olimpiadas. A Italia le ha venido muy mal históricamente que Bud Spencer fuera nadador olímpico. Eso de "si quieres, puedes", está muy pasado de rosca desde Paulo Coelho. Aunque, claro, a él le ha venido bien: sin saber escribir ni nada, miren dónde está. Lo que me recuerda que tengo que cambiarle la cita de la semana que viene. No sé qué me ha dicho de una conspiración del Universo. Luego le preguntaré al Wyoming si tiene algo que ver.

Pero estoy divagando. Estoy muy contento con la evolución del señor Mario, especialmente por lo mal que ha ido hasta ahora. El hombre empezó viendo monos gigantes, pero eso no es tan extraño en según qué región de Italia y según cuales sean las tradiciones higiénicas de tu familia. Luego pasó a ver dinosaurios más allá de las noticias de política. Acabó con un delirio paranoide de que era la persona más conocida del mundo. Chuck Norris le perdone.

Avanzamos a saltos con este hombre, así que espero tener buenas noticias después de que haga los siguientes ejercicios:

  • Cambiar la estrategia de márketing de su empresa de reformas. Es evidente que si te lías a cabezazos con los techos, alguien tendrá que repararlos y eso hará que el dinero surja a su alrededor. Pero a la larga te lo dejas en seguros.
  • Si su rival por el amor de una mujer es una versión sucia y descuidada de sí mismo (al que se refiere como "Wario"), basta para eliminar su preocupación que se duche de vez en cuando y que haga dieta.
  • Comer vegetales es sano, pero no te da superpoderes. Salvo que seas Ghandi.
  • Relajar sus relaciones interpersonales en el trabajo. Para triunfar no es necesario pisarle la cabeza a todo el que se interponga en su camino.
  • Evitar las tiendas de mascotas. Al menos hasta que consigamos reprimir esos impulsos tan raros que tiene cuando ve una tortuga.


Y gracias a Edu que, como si fuera un banco, nos ha proporcionado la ilusión del dinero.

10 diciembre 2009

Albus Dumbledore

Sin educación corremos el horrible y mortal peligro de tomarnos en serio a la gente educada
G. K. Chesterton

Hay algunas cosas incomprensibles de los magos. Si son capaces de sacar dinero de detrás de las orejas de la gente, ¿por qué cobran entrada? Si convierten los doses en ases, ¿por qué no se dedican profesionalmente al poker? Y, sobre todo, ¿por qué son tan cerdos? En serio, ¿por qué el ser un hechicero venerable te exime de cortarte el pelo y afeitarte?

En el fondo, los magos son unos frikis. De libro: no salen de sus estancias, cubiertas de libros y objetos extraños de uso indeterminado. No se cortan el pelo, no se afeitan y usan caftanes y otras prendas que, como muy bien nos enseñó Homer Simpson, son propias de los obesos. Y cuando hablan de sus aficiones, nadie que no sea de su propio ámbito les entiende.

Otro dato preocupante es la querencia que tienen por los más pequeños. ¿En qué piensan los padres para llevar a personas con estos antecedentes a los cumpleaños de sus hijos? De momento yo se lo tengo prohibido al señor Dumbledore. No sólo eso, sino que también le he pedido que haga una serie de ejercicios:

  • Contactar con una empresa de recursos humanos para que gestione las contrataciones en su empresa. Está claro que el nepotismo que le ha guiado hasta ahora ha dado pobres resultados.
  • Asumir que con su edad hay cosas que ya no se obtienen con sólo sacudir la varita.
  • Estar con chavales jóvenes todo el rato y comportarse como ellos no le rejuvenece, sino al contrario. Debe pasar más tiempo con gente de su edad. No tendrá problemas en contactar con Fraga.
  • Elegir con cuidado sus palabras con según qué personas. Hay gente que le dices "me vas a matar" y se lo puede tomar demasiado en serio.
  • Cumplir con la normativa europea y retirar todos los símbolos religiosos de su escuela.

03 diciembre 2009

Hiro Nakamura

No hay mejor manera de descubrir si te gusta una persona o la odias que viajar con ella
Mark Twain

Pobre señor Nakamura. Al principio acudió a mí porque porque se sentía desubicado. Una vez le expliqué en qué calle estábamos, decidió venir a la consulta para intentar dejar de ser friki. Tengo que reconocer para mi vergüenza que por entonces pensaba que era algo tratable, como ser gay o negro. Grandes trabajos los que hice con el novio de Falete y Michael Jackson.

Con el paso del tiempo, el problema ha derivado en dificultades de aceptación de la volatilidad de la fama. No tiene que ser fácil asumir que Los Serrano han resultado ser una serie más exitosa que la tuya. Heroes, el Joselito de la ciencia ficción televisiva.

Para reforzar su autoestima, y para evitar que siga dando gritos en mi consulta (y porque es lo que hago todas las semanas, caray), le he recomendado una serie de ejercicios:

  • Cambiar de lema. "Salva a la porrista, salva al mundo" le puede acarrear problemas con Pedro Jota. Es muy sensible.
  • Afiliarse al PP. Porque no es bueno dejar de vivir en el pasado de repente.
  • Los tebeos de superhéroes están bien, pero se agobia mucho con ellos. Mejor leer también El Jueves de vez en cuando.
  • No comentar eso de que puede viajar gratis y sin abono de trasportes cerca de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. El haitiano podrá anular poderes, pero estos dos pueden hacer que dejen de ser rentables.
  • Dejar de retorcer el tiempo y el espacio. No sé a quién le toca luego plancharlos, pero no creo que le siente bien.

26 noviembre 2009

Daredevil

El amor es ciego, pero lo vecinos no
Noel Clarasó


El paciente de esta semana empezó a verme por una crisis de identidad. Al principio de su carrera, se creía Ágatha Ruiz de la Prada (o eso deduje por lo colorido de su indumentaria). No tardó en recuperarse, pero casi inmediatamente ocurrió algo extraño y es que llamándose Matt, todo el mundo se empeñaba en llamarle Dan. Supusimos que tenía cierto parecido físico con algún jugador de fútbol, ya que concretamente se referían a él como Dan el Defensor. A ambos nos chocó tanta fama para un zaguero invidente, pero cosas más raras han ocurrido (Serafín Zubiri).

Reconozco que al principio acepté este caso para recibirle de noche y recortar la factura de la luz de una forma que no sería posible con otros pacientes, pero al final ha acabado por despertar mi interés. Sobre todo por su indumentaria. ¿Saben que una novia le ayudó a diseñar el traje? Ustedes fíjense en la cabeza y puede que empiecen a entender el desastre de la vida sentimental de este hombre.

Puesto que se hace llamar "el hombre sin miedo", no creo que tenga problema en afrontar los ejercicios que le he propuesto. Salvo que sea una afirmación de esas como cuando una revista dice que Adrian Brody es el hombre más sexy del mundo. ¿De qué mundo?

  • Preguntar a las chicas que conoce por Internet de dónde sacan sus nicks. Y desconfiar por sistema si son del tipo Viuda Negra, María Tifoidea.
  • Mientras supera esta fase de problemas con las mujeres, dejar de considerar a La Mano una enemiga.
  • Tomar nuevas clases de artes marciales. Con la de las palizas que le han caído ya, es el momento de considerar que un invidente con un maestro invidente a lo mejor no es la mejor idea.
  • Dejar de usar las excusa de la ceguera cuando le preguntan si ha visto la versión cinematográfica con Ben Affleck. ¡Que lo asuma de una vez!
  • Dejar de ser abogado. O en su defecto, dejar de afirmar que quiere lo mejor para la humanidad. Ambas cosas son incompatibles.


Y no olvidemos darle las gracias a nuestro editor invitado, el gran Edu. Un aplauso, ¿no?

19 noviembre 2009

House

El hombre sano no tortura a los demás; generalmente son los torturados los que se convierten en torturadores
Carl Gustav Jung

Hay pocas cosas peores para un profesional de la salud que tener que tratar a otro profesional de la salud. A menudo es como si un mago fuera a la sesión del cole de su hijo, a verle hacer un número con el magia Borrás. O como obligar a Berlusconi a ver El padrino. O una película porno. Es más: es como obligar a Berlusconi a ver una película de Pajares y Esteso.

El problema del paciente de esta semana ha sido mal diagnosticado varias veces. Hay quien atribuye su constante bordería a la lesión de su pierna e incluso a un divorcio mal superado. Yo no lo creo. Fíjense que sólo trata con interés los casos más complicados y de personas con el nivel económico lo bastante elevado como para permitirse costosas pruebas. Sin embargo, a los que acuden a él por la consulta del seguro, les ignora y torea abiertamente. Además, trata fatal a sus empleados, con condescendencia a sus compañeras femeninas y con severos prejuicios a las personas de color (negros). Creo que no hace falta decir más: House está siempre a la bronca porque es del PP.

No tengo claro que esto sea tratable, pero aún así, hay varios ejercicios que podemos intentar para ponerle de mejor humor:

  • No tratar siempre de demostrar que es el más listo. Especialmente en mi consulta.
  • Compararse de vez en cuando con gente que está peor que él. Si en su entorno no las hay, puede poner Hospital Central.
  • Hacerse un twitter. Internet es ese sitio dónde soltar borderías es una virtud. Alternativamente, meterse en política.
  • Leer a Paulo Coelho. O cualquier otro escritor humorístico.
  • Desayunar bizcochitos All-bran. Dicen.


12 noviembre 2009

George Lucas

Bienaventurado el que tiene talento y dinero, porque empleará bien este último
Menandro

Los habituales de esta consulta se habrán percatado de que esta semana hemos salido con un par de días de retraso. Ha sido debido a las obras de remodelación necesarias para acoger al paciente de esta semana. No me entiendan mal, él no es muy grande, pero hubo que tirar un par de tabiques para que entrara también su ego. Ya que estamos, a partir de ahora saldremos los jueves, que para muchos es el nuevo viernes, pero para nosotros será el nuevo martes. Que martes y viernes coincidan en el mismo día no puede ser algo malo, salvo que estés en la isla de Perdidos.

El problema del señor Lucas, dicho sea como cineasta, no como pato, es que en algún momento decidió asumir como lema vital la máxima de Homero: "todo el mundo es idiota menos yo". Perdón, me sobró una "o" en el nombre.

Este tremebundo complejo de superioridad le ha llevado a fundar lo que para muchos es una religión: la Fuerza. Pero él se muestra por encima de cualquier religión. Hasta que se dé cuenta de la de muñequitos y merchandising que mueven los católicos. Hay quien dice que el movimiento ha sido a la inversa y que es el Vaticano el que ha tomado nota de las tácticas de Lucas. Eso explicaría por qué han puesto al emperador Palpatine de consejero delegado.

Con todo lo dicho, decidí ponerle una serie de ejercicios con el fin de que mejorara. "¿Mejorar?", me respondió. "Si quisiera mejorar, dirigiría mi terapia yo mismo". El pobre. Así con todo, los ejercicios propuestos son los siguientes:

  • Antes de sentarse a escribir nada, acudir a una tienda Disney. Cuando tenga aborrecidos los muñequinos, entonces podrá escribir.
  • Asumir responsabilidades por los actos fallidos. Por ejemplo, no contratando como protagonistas a actores malos para tener a quién echar la culpa.
  • Ver Pocoyó. Una vez acabado el capítulo reflexionar sobre cómo los niños pequeños tienen sus necesidades audiovisuales cubiertas y por qué sus películas pueden ser para personas más mayores.
  • Ver alguna película de animación digital española. Confío en que así se dará cuenta de que no todo lo que se hace por ordenador es bueno.
  • Comprarse un cuello.

03 noviembre 2009

Pepito Grillo

Buenos amigos, buenos libros y una conciencia adormecida: esta es la vida ideal
Mark Twain


Uno de los mayores males que aquejan a mi profesión es la pereza. ¿Cuántos oficios cuentan en sus despachos con un sofá, un diván o un asiento extremadamente cómodo? Descontando a los productores de cine y directores de casting, claro está.

Esa pereza inherente es la que nos hace tratar a nuestros pacientes durante largos periodos. Algunos maledicentes dicen que es para ganar más a base de eternizar los tratamientos. ¡Ni mucho menos! Es sólo que para qué vas a diagnosticar hoy, pudiendo hacerlo la semana que viene. Total, el paciente ya está mal, qué prisa hay.

Por todas estas circunstancias es por lo que se hace importante tener una sonora voz de la conciencia y así contacté inicialmente con este Pepito Grillo. Pero le vi que no estaba muy fino y el tipo empezó a insistirme en que si le veía mal, debería tratarle. Y gratis. Si no me sentiría mal todo el tiempo. Al final, accedí.

Es muy bueno, el ca...

La rápida conclusión fue que había que hacer algo con su adicción al trabajo. Y en la última sesión, le puse una serie de ejercicios.

  • Dejar de trabajar por cuenta propia. Probar en otras empresas del ramo como El cobrador del frac o como dependiente de Natur House.
  • Rehusar el consumo de sustancias para maximizar su rendimiento. Para que entienda la importancia de este punto le pedí que analizara cómo mejora su desempeño el hecho de ver hadas azules.
  • Ponerse límites. Nadie dirá que ha hecho mal su trabajo si no se deja comer por una ballena.
  • Humanizar a sus clientes. Son personas, no trozos de madera.
  • Tratar de hablar las cosas a la cara. Estar todo el día ahí, diciéndole a la gente al oído lo que debe hacer y no acaba por traerle una mala fama que luego tiene que compensar con excesos de trabajo. Una forma de evitar que dedique más horas de las debidas a su empleo es especializarse en asesoría política, aunque parece ser que no hay demanda para su perfil. La crisis, supongo.


27 octubre 2009

Kenny McCormick

Hijoputa
Kyle Broflovski

Sé que he dicho que no me gusta aceptar menores en mi consulta y que he vuelto a hacerlo. "He vuelto a hacerlo"... Ay, me recuerda tanto al bueno de Michael, en gloria esté... En cualquier caso, he hecho una nueva excepción porque algo me decía que no sería por mucho tiempo.

Como suele ocurrir a la gente que viene a mi consulta, una de las raíces de sus cuitas es la falta de comunicación. Pienso que no es culpa suya, sino de la gente, que es muy cruel. Lo sé porque a Fraga le subtitulan en la tele.

Sin embargo, para mejorar su calidad de vida creo que hay pasos más prioiritarios. Por ello, los ejercicios que le he propuesto para esta semana son:

  • Respirar.
  • No usar pijamas de pino.
  • Quedarse en este barrio.
  • Dejar las malvas en paz.
  • Mantener a los gusanos a dieta.

De vivir la vida ya hablaremos en próximas sesiones. Con otro paciente, supongo.

20 octubre 2009

Casper

Estoy pasando muerto este año por razones fiscales

Douglas Adams

Normalmente prefiero no coger pacientes menores de edad. Al contrario de lo que se sugiere por ahí, esta decisión no tiene nada que ver con sugerencias de mi abogado. Sin embargo, este caso en concreto merece una excepción. No se conocen muchos niños con 80 años de edad.

Al menos fuera del gobierno de Italia.

El chaval sufre problemas de integración. Y de integridad. De integridad física, quiero decir. Algún lado malo tenía que tener lo de ser incorpóreo. Lo bueno es que es un chico muy majo, sin dobleces. Casi, casi transparente.

La verdad, no sé muy bien qué pretende de mí. Mis habilidades son ajenas a algunos de sus problemas. Porque por mucho que yo me esfuerce, será imposible que logre llevar una vida normal mientras no esté... bueno, mientras no esté vivo. Por si acaso, he decidido proponerle una serie de ejercicios para ir ganando tiempo:

  • Tratar de ampliar su círculo de amistades a personas normales. Christina Ricci no cuenta.
  • Caminar. Y no me refiero a dar paseos, sino a pisar el suelo por el que pasa. No es una metáfora.
  • Da igual lo que le haya dicho "una señora venida del futuro": NO debe lavarse con Neutrex.
  • Cambiar de nombre. En su defecto (valga la redundancia), fichar por alguna cadena de televisión española.
  • Ver Redes en lugar de Cuarto milenio. Aunque esto poco a poco. Tampoco quiero que se entere de sopetón de que los fantasmas no existen. Ya tuve bastante aquella vez que hice lo mismo con Dios...

13 octubre 2009

Neo

La realidad es fácil. Es el engaño lo que tiene un duro trabajo
Lauryn Hill

Es algo que me tengo que mirar a mí mismo, pero me da mucha rabia la gente que lleva gafas de sol todo el tiempo, aunque esté en sitios cerrados. Es algo completamente irracional que me ha hecho cogerle tirria incluso a Stewie Wonder. A Carlos Fabra no. No por las gafas de sol.

Lo del señor Anderson ha sido peculiar. Cuando le vi la primera vez, pensé por su atuendo que era una conocida estrella de rock; aunque, en seguida pasé a creer que vestía así por ser fan de Crepúsculo. Con lo llorica que ha resultado ser, comienzo a sospechar que es un emo.

Sin embargo, sigo avergonzado por haber confundido con alguien popular ¡a un informático! Creo que el chico se lo tiene algo creidito, así que me he propuesto bajarle los humos con algunos ejercicios:

  • Replantearse su posición en el trabajo. Desconozco el tamaño de su empresa, pero que sea el único programador más que convertirle en el elegido, le convierte en el que se come todos los marrones.
  • Dejar de golpear a todo el que lleve traje y gafas de sol. Mientras lo consigue, es mejor que deje de frecuentar edificios de oficinas.
  • Sonreír. Esto es un ejercicio no ya psicológico, sino físico, para que no se le atrofie la musculatura de la cara. Adoptar cualquier expresión facial, la que sea, estará bien.
  • Cuando empiece a ver que las cosas pasan a cámara lenta, no es porque sea el rey de la fiesta, sino porque ha llegado la hora de ir a acostarse. Lo que nos lleva al último y más importante punto:
  • Recordar las sabias palabras de su mamá y no aceptar caramelos de extraños.

06 octubre 2009

Indiana Jones

La Arqueología es la cotilla de las ciencias. Es la caja de arena de hombres que no se preocupan de a dónde van, sólo quieren saber dónde han estado todos los demás.
Jim Bishop

¿Saben esta gente que parece que está acabada y que de pronto se beben una copa y aguantan hasta el after? ¿Y qué después de beber esa copa ellos se ven como unos tipos increíbles y en realidad rozan lo patético? Pues piensen en una copa barata, nada que pudiera permitirse un ejecutivo en la Castellana. No sé, más bien la copa de un albañil o un carpintero o algo así.

Este hombre es así. Al principio es un tipo estupendo, pero a medida que pasa el tiempo se ha ido aburguesando y lo peor es que no es consciente. ¿O cómo llamarían ustedes a la manía que le ha dado últimamente por coleccionar figuritas de Swarosky?

Por otra parte, me llama la atención que se sorprenda tanto cuando le aparecen hijos secretos. Un tipo que siempre que conoce a mujeres ataviado con su cuero y su látigo...

A pesar de todo, acude a mi consulta y habrá que hacer algo. Empecemos con unos ejercicios básicos:

  • Revisar el código deontológico de su profesión. Sospecho que los demás arqueólogos no buscan las cosas para destruirlas.
  • Dejarse de excusas tontas: no necesita justificarse diciendo que "la X marca el lugar" cuando le encuentran en un sex-shop. Nadie se cree tampoco lo de "vi un látigo en el escaparate y...".
  • ¿Y si se compra un perro y lo llama Henry?
  • Apuntarse a una academia de idiomas. Imitar acentos no hace automáticamente que los alemanes entiendan el inglés.
  • Aprenderse bien la parrilla de Cuatro: el programa en el que sale Iker Jiménez no es un informativo.

29 septiembre 2009

James Bond

El encanto es una forma de obtener un sí por respuesta sin haber realizado una pregunta clara
Albert Camus

Ni siquiera sé por dónde empezar con este hombre. Me cuenta que se dedica a salvar el mundo, que liga con mujeres impresionantes, que conduce coches caros y lleva coches de lujo. ¿Quién va a creer que hace todo eso? ¡Si es inglés!

Su problema de personalidad está clarisimo. Para empezar, su identidad es inventada. ¿Por qué si no dice siempre primero su apellido y luego su nombre y apellido? Pues porque de primeras no le sale el nombre de pila, no se acuerda. Es como cuando uno responde a la pregunta "¿dónde has estado?" diciendo: "con mi café. Er... tomándome un primo". Y similares.

Por otra parte, es normal que tenga problemas de personalidad si es cierto que liga tanto. Porque con la sarta de incoherencias que dice, está claro que las mujeres no se le acercan por su conversación, precisamente. Nunca he oído de nadie que dijera: "oh, me encantaría tener una cita con el señor Bond para que despliegue todos sus conocimientos sobre incursiones clandestinas". Bueno, esto puede dar lugar a malentendidos. Me refiero a que ninguna chica dice: "estoy deseando que James me invite a cenar para que me cuente todo eso de las acciones en la retaguardia ene...". No, tampoco. En cualquier caso, me produce lástima ver cómo le utilizan a modo de objeto sexual. Una pena, sí. Ay, que lastimica. Pobre. Ejem.

Para intentar enderezarle (con perdón), le he propuesto que lleve a cabo una serie de ejercicios:

  • No permitir que le llamen cero-cero-siete. Algunas cifras no son buenas para la autoestima.
  • Pensar globalmente, actuar localmente. Si hay que salvar al mundo de la destrucción, podría empezar por no destrozar los sitios por donde pasa.
  • Ampliar miras con el vestuario. No se puede ir a comprar el pan con la misma ropa que te pondrías para recoger un oscar.
  • Acudir a una reunión de alcohólicos anónimos. Hay bebida más allá de los cócteles. Me pregunto si sabe lo que es el agua.
  • Quedar con alguna mujer fuera de la cama. Si no le gusta estar con chicas, a lo mejor debería replantearse su estrategia para encontrar compañía más allá del corto plazo.

Tampoco sé para qué me gasto en hacerle estas recomendaciones. Nunca me dice si las ha puesto en práctica.

22 septiembre 2009

El pato Donald

asdfasdf ghadsklf adsf asdhf as!!!!!
stevie00wonder

Si hay algo que me asusta más que un pato sin pantalones es un pato sin pantalones pero con camisa. Aún así, creo que me asustaría más un pato con pantalones, porque son más infrecuentes.

Después del paciente de la semana pasada, era de esperar que alguien intentara comprarme. Pasa siempre: en cuanto empiezo temporada, alguien me ofrece dinero para que no siga. Así que no me sorprendí cuando este individuo llamó a mi puerta hablando de que tiene un tío con mucho dinero. Aunque cuando me dijo que no estaba muy claro de dónde lo sacaba, pensé que en realidad venía a verme por el inocente comentario sobre la SGAE.

El problema de este caballero, más allá de los nódulos del tamaño de melones que debe tener en la garganta, es una especide de síndrome de Peter Pan raro. Sobre todo porque cuando se menciona ese nombre, murmura algo sobre unas hormonas y que no es mejor que fumar tabaco. Desconozco a qué se refiere.

Su indumentaria (al menos la que lleva puesta habitualmente) me induce a pensar que está bloqueado de alguna forma en el día de su primera comunión. Es necesario que se dé cuenta de que su vida ha avanzado, por lo que le he propuesto una serie de ejercicios:

  • Buscarse un trabajo. Vivir a costa de su tío no es bueno para asumir responsabilidades. Ya de paso, dejar de llamar "tío" a ese señor mayor y con dinero que le mantiene pero no le da para unos pantalones. Por lo que sea.
  • Hablando del tema: debe conseguir unos pantalones. Y ponérselos. Sé que es obvio, pero quizá si se abrigara más evitaría esos problemas de garganta que tiene todo el rato.
  • Aclarar su relación también con sus "sobrinos". Por una parte no se le conocen hermanos ni hermanas y por otra, a las primeras de cambio los manda a casa del señor mayor con dinero. Cuando esto lo hace alguien que dice ser marinero, todo parece muy turbio.
  • Llamar al exterminador. Los ratones no son nuestros amigos.
  • Buscar alternativas de ocio. Hay más sitios divertidos aparte de Disneylandia.

15 septiembre 2009

Volumen II, season premiere: Spider-Man

No veo ninguna necesidad de retirarme mientras me siga divirtiendo
Stan Lee

Lo normal a la vuelta de vacaciones es adecentar tu consulta antes de que llegue el primer paciente: barrer, quitar el polvo, las telarañas... En mi caso he decidido hacer todo esto después de mi primer paciente. Total...

Uno de los problemas a los que me enfrento con él es el reciente miedo irracional que le ha entrado por los ratones. Al principio pensé que era algo totémico por la relación entre arácnidos y roedores, pero en la sesión de hipnosis se enfrentaba al ratón llamándole por su nombre de pila (parece ser que era un tal Michael o algo parecido) y parecían discutir por dinero o una compra-venta o similar.

Sin embargo, lo más preocupante es cómo se empeña en negar sus problemas. Cada vez que le pasa algo, se convence de que no ha sido a él, sino a un clon. Es un mecanismo de defensa básico y no muy lesivo, a menos que también intentes usarlo frente a un inspector de Hacienda.

Como a todos, le he propuesto una serie de ejercicios que mejoren diversos aspectos de su vida. Si los hace, le he prometido limpiar encima de los armarios, que parece ser que le da cosa:

  • Relativizar cualquier noticia. Hasta ahora es oír hablar de un simple atraco y empezar a subirse por las paredes.
  • El hábito no hace al monje. Cambiar de ropa no debe cambiar su actitud hacia la vida. Y hablando de ropa, convencerse de que no todo lo que ve por la calle es producto de la clonación. Más bien es cosa de que Zara vende barato.
  • Llamar a su profesión por su nombre. Eso de hacer fotos a gente en pijama o semidesnuda desde lugares imposibles tiene un nombre y no hay que avergonzarse de trabajar para la prensa del corazón.
  • Cambiar ese lema vital suyo de "todo gran poder conlleva una gran responsabilidad". O eso o dejar de leer información política.
  • Dejar el juego de los "parecidos razonables". Especialmente la parte en la que asalta a cualquier chica rubia por la calle al grito de "¡Gwen! ¡Has vuelto!".

También me preocupa esto que le ha dado ahora de imitar mi voz. A ver si ahora va a decir que soy su clon para negarse a pagarse a sí mismo.

18 agosto 2009

Aún más seguimiento

[Del médico] El sol ilumina sus triunfos y la tierra cubre sus faltas
Nicocles


A los terapeutas nos pasa como a los profesionales de cualquier rama de la medicina: el verano nos puede llevar a perder pacientes. La única diferencia es que en el caso de otras especialidades, genera empleo en otros sectores: cavadores, marmolistas, jardineros... En mi profesión, un mes sin terapia puede llevar a la reflexión y a la decisión de aumentar el ahorro familiar abandonando gastos inútiles.

Para evitar desagradables sorpresas, continúo siguiéndoles la pista a mis pacientes. De esta forma, he conseguido intervenir a tiempo con muchos de ellos. Un telediario de Piqueras en la tele de un bar sintonizado a tiempo puede salvar a nuestra clientela de delirios optimistas. Esto lo aprendí de las empresas de seguridad privada, que saben cómo hacerse de querer.

Estos seguimientos míos me han permitido observar notables cambios. Por ejemplo, el señor Blaine, que en presencia de una señora pasa de ser un tipo gris a convertirse en alguien muy verde:

Este verano también lo estoy aprovechando para librarme de ciertas maledicencias sobre mi persona que han rondado por ahí. Soy el primero en no haber visto a una de mis pacientes desde hace varias semanas, pero no he tenido nada que ver con su desaparición. Por el contrario, he investigado sobre ella y me he encontrado con un perturbado mental, claramente obsesionado con ella. Un psicópata de los de toda la vida, vamos.

Porque no me dirán ustedes que una persona con esta habitación no pertenece a alguien con un evidente problema mental.

12 agosto 2009

Más seguimiento

Los enfermos a quienes se envían a los balnearios no es para curarlos. Es para quitárselos de delante
Santiago Rusiñol


En mi profesión sólo hay dos formas de acabar la relación con un "cliente". Se produce una u otra en función de cuál de los dos se canse antes del otro: o él, o yo. En realidad hay otra vía, pero creo que podemos incluir el impago en alguna de las anteriores.

Como les comenté la semana pasada, me gusta seguir a mis pacientes, incluso cuando hemos hecho un paréntesis en el tratamiento. Hum... esta frase me traerá problemas en el juicio, seguro...

He podido notar grandes avances en la situación del señor Kent. En efecto, sigue teniendo esa personalidad escindida, pero no se trata de nada que le impida convertirse en tertuliano de televisión. El progreso lo he notado en su forma de distinguir una de otra. Ya no se limita a quitarse las gafas:

Estoy especialmente orgulloso de otra paciente. Creo que por fin ha aprendido a llevar mucho mejor las discusiones con su familia, especialmente con su padre.

El que me deja preocupado es otro viejo conocido. Verán, al principio todo parecía ir bien. Incluso noté que desarrollaba cierto sentido del humor en una variante inédita en él. Con eso me refiero a que nadie acababa con un cuchillo clavado en la espalda ni ninguna de esas performances que hacía antes para sus amigos. Desarrolló una buena amistad con ese tipo, aunque acabó degenerando en dependencia.

Hasta ahí podríamos decir que todo bien. Muy bien, incluso, ya que pudo hasta dejar su obsesión por la carne de jabalí y volverse un prometedor iniciado en la cocina. El problema es que no tuve en cuenta lo obsesivo que es este hombre cuando le recomendé que intentara hacer amigos a través de Internet. Bueno, eso y...

... y que tampoco tuve en cuenta lo que le gustan los niños.

05 agosto 2009

Seguimiento

El arte de la medicina consiste en distraer al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad
Voltaire


Hay quien cree que la labor del terapeuta consiste sólo en escuchar las locuras que se les pasan a otros por la cabeza. Como si nuestro trabajo tuviera la misma dificultad que escuchar la COPE. ¡Pues no señores! Es mucho más sencillo.

Eso sí: hay que hacer seguimiento de los pacientes incluso cuando no vienen a la consulta. Por ejemplo, esta semana he estado visitando a algunos de los habituales a los que ya conocen.

A éste le había recomendado unas vacaciones de sol y playa, pero parece ser que tiene cierto complejo con su cuerpo. Me refiero a las fuerzas de seguridad en las que trabaja. Porque todos tienen la misma constitución física. Er... me estoy liando. El caso es que ha intentado ponerse en forma:


Hablando de cuidarse, creo que estoy fracasando con otro de mis pacientes, visto lo visto:


También esta semana he intentado ver a este otro caballero, pero me ha sido imposible. Parece ser que ya hace más por llamar la atención en lugares públicos y eso está muy bien. Ahora tendré que ver cómo trato sus nuevas costumbres.


Creo que bastará con hacerle coger la línea 6 de Madrid en hora punta.

31 julio 2009

¿Vacaciones?

Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas
Elbert Hubbard



Cuando alguien se va de vacaciones, lo más importante es desconectar. Me costó mucho hacer prescindir del sentido literal de esta afirmación a C3PO, por cierto.

Es fundamental olvidarte del trabajo o de las cosas cotidianas a menos, si eres Paquirrín. Hay que dejar atrás cualquier fuente de estrés y cualquier cosa que nos la pueda recordar.

A veces no es posible. En ese caso, normalmente hablamos de una patología (es importante no olvidar la tilde en esta palabra para no confundir una enfermedad con una sociedad secreta de aves pamípedas).

Una patología o que un millonario aficionado a ponerse un traje de lata...

... un cazarrecompensas extraterrestre (o alguno de sus millones de clones)...

... y un robot alcohólico del futuro...

... se han puesto de acuerdo para hacerte luz de gas.

Si el paciente piensa eso, es que el estrés no es su único problema.

21 julio 2009

Hello Kitty

Más vale permanecer callado y parecer idiota que abrir la boca y confirmarlo
Sabio anónimo

Creo que necesito unas vacaciones...

14 julio 2009

Rick Blaine

Actuar es como el sexo: o lo haces y no hablas sobre ello o hablas sobre ello y no lo haces. Por eso sospecho de los que hablan mucho sobre ambos
Humphrey Bogart

Lo que más me gusta de tener tantos pacientes es el colorido que aporta a la consulta. Aunque no siempre es así, como demostró aquella temporada en la que cada vez que venía Pablo, todo se volvía azul.

Siempre pensé que este paciente venía a que le ayudara a dejar de fumar. Resulté casi tan inocente como aquella vez que comenté "¿cómo va a estar muerto desde el principio?" en la puerta de aquel cine de estreno.

En realidad, sigo sin tener claro a qué viene este señor. Si le menciono su falta de relaciones sociales parece más preocupado por la gente que no le conoce que viceversa. No me lo ha confirmado, pero sospecho que se dedica a la política.

Le he propuesto una serie de ejercicios para intentar avanzar en su integración:

  • Comprarse un iPod. Cierto que no todos los modelos son económicos, pero siempre será una forma más barata de escuchar su canción favorita sin llevarse de un sitio a otro a un señor con un piano para.
  • Dejar de fumar.
  • Dejar de golpear a la gente que le sugiera que deje de fumar.
  • Renovar su vestuario. ¿Gabardina en un desierto? Y esa cara tan blanca, ¿cuánto hace que este señor no toma el sol?
  • Dejar de beber tanto whisky.
  • Dejar de golpear a la gente que le sugiera que deje de beber tanto whisky.

Lástima que no vaya a hacer ninguno.


Un curioso síntoma que presenta y que aún no he comentado es una personalidad varias veces escindida: por un lado es Rick Blaine, por otro Pablo Cabrera y por último insiste en hablar como José Guardiola. Parece que el único punto que tienen en común es su idea de que no hay por qué pagar mis sesiones.

PS Si cree usted que mi consulta está realizando una labor ciudadana que debe preservarse, no olvide votar en los premios 20 Blogs. También pueden votar por alimentar mi propio ego o por cualquier retorcido motivo alternativo.

07 julio 2009

Princesa Leia

Hermanos y hermanas están tan unidos como manos y pies
Proverbio vietnamita

Los pacientes llegan a mi consulta de la manera más insospechada. Y no lo digo por ese tipo que siempre entra por la ventana y me deja las paredes perdidas. Esta mujer me fue trasnferida desde el hospital, dónde fue internada por severas quemaduras en el entorno del pecho y las caderas. Estéticamente pueden pensar lo que quieran, pero les aseguro que no es buena idea tomar el sol con ropa de verano metálica.

No sé si lo de usar material conductor para confeccionarse la ropa tiene algo que ver con un posible complejo de Electra. Al principio el amor hacia la figura paterna me pareció evidente. Hasta que descubrí que ambos hermanos conspiraban para matar al padre. Sospecho que al final uno de ellos le quitó los aparatos que usaba para respirar.

Si su familia biológica parece disfuncional, lo de la adoptiva debió ser de órdago. Lo único que he podido sacarle hasta la fecha es que su hogar quedó destruido tras la intervención de su verdadero padre. Menos mal que he logrado idear una serie de ejercicios que pueden ayudarla a avanzar:

  • Dejar de referirse a sí misma como "princesa". Por mucho que su padre adoptivo insistiera en llamarla así. Entre otras cosas, hace daño a su carrera política en la república.
  • Replantearse su opción política con, precisamente. Es cuestión de paciencia: su padre era alguien importante en el antiguo régimen, su pareja es un contrabandista, su hermano está bien relacionado con la jerarquía eclesiástica... A Rajoy no le queda tanto.
  • Da igual lo claro que lo tengan: no acabo de ver el aspecto positivo de besar a su hermano en la boca.
  • Mejorar las relaciones con los amigos de su pareja. Le caigan como le caigan, tratarlos como felpudos con patas difícilmente será una buena idea.
  • Valerse del ingenio. Demostrará a su hermano que no tiene razón cuando intenta resolverlo todo mediante el uso de la fuerza.

Como parte de la terapia también le he pedido que use un nombre más normal como María López Casal. Si insiste en el Leia Organa-Solo no es de extrañar que le pregunten si toca música en catedrales.

30 junio 2009

Superman

Llevo gafas para poder proporcionar una respuesta estúpida a una pregunta tonta
Berto Romero

Debería llevar una estadística más rigurosa, pero creo que nueve de cada diez pacientes que tengo, están de un modo u otro preocupados por su apariencia. El décimo es el señor Matt Murdock. El mundo nunca me lo ha agradecido lo suficiente.

El caso de el paciente de esta semana excede ciertos límites. Cabría plantearse lo digno de confianza que es un individuo que antes de acudir en ayuda a alguien en problemas se para forzosamente para ponerse las lentillas y echarse gomina. Claro, con las prisas le pasa lo que le pasa con la ropa.

Esto no es todo, por supuesto. No me preocuparía si esta fuera su única manía. Hay mucha gente con costumbres similares y algunos han hecho una gran carrera política. Sin embargo, mi paciente tiene otras peculiaridades y una falta de adaptación tales que a veces parece salido de otro planeta. Y con esto me refiero a que parece que acaba de llegar a la Tierra, no pretendo indicar nada sobre su más o menos acuciante necesidad de practicar sexo.

Aunque creo que parte de sus problemas vienen de la incertidumbre en torno a su trabajo por culpa de la crisis de la prensa editada en papel (a mi paciente le cuesta adaptarse a los cambios), creo que hay algunos ejercicios que le pueden ser de ayuda:

  • Dejar de fingir que le llaman en otro sitio para evitar conversaciones comprometidas con su pareja.
  • Aceptar sus orígenes humildes. Es típico de personas adoptadas creer que sus verdaderos padres son importantes científicos o políticos, pero tarde o temprano se debe asumir la realidad.
  • Repasar su indumentaria. La capa que lleva no es útil y si quiere insistir en la prenda, hay modelos más abrigados, como el que usa Ramón García.
  • Ser más coherente con los distintos aspectos de su vida. No puede uno ser un torpe oficinista y luego hacerse llamar por un seudónimo de estrella porno.
  • Tomar el sol está bien, pero hay que moderarse. Eso de creerse más poderoso por la exposición a los rayos solares también lo pensaba Zaplana.


Últimamente, los problemas de identidad de este hombre se han agravado y también dice ser un tal Pablo Cabrera. Como si eso fuera tan fácil.

23 junio 2009

Locke

Cada uno es ortodoxo con respecto a sí mismo
John Locke

Cada uno afronta la crisis de la mediana edad como puede. Excepto Ana Rosa Quintana, que no la afronta en absoluto. Algún día tengo que darle cita.

Entre muchas otras cosas que se suelen hacer está la de enrolarse en un viaje de aventuras. Sin ir más lejos, el descubrimiento de América se debió a la crisis de los cuarenta de Cristóbal Colón. Neil Armstrong llegó a la Luna con treinta y nueve tacos y luego tenemos a Sánchez-Dragó, que se metió un viaje hace unos años y todavía sigue en él.

El paciente del que os hablo esta semana está especialmente perdido. Incluso me atrevería a decir que últimamente no es él mismo. Para recuperarle, le he planteado una serie de ejercicios:

  • Recuperar su costumbre de chatear, hacerse un facebook. Como primer paso para tener amigos tangibles.
  • Ir al médico cuando lo necesite. Básicamente lo digo porque abandone esa costumbre suya de pensar: "bah, esto se cura solo".
  • Dejar de referirse a los sitios a los que va como "su destino". Le crea confusión.
  • Intentar ser más dialogante, hablar con la gente de su entorno, compartir sus problemas y escuchar las posibles soluciones que los otros puedan aportar. Es una tentativa. Si no lo consigue, siempre le queda la política.
  • Llamar al timbre cuando quiera entrar en los sitios. Empiezo a estar cansado de que me reviente la puerta con dinamita cada semana.

16 junio 2009

David el gnomo

No tenemos que proteger el medio ambiente, la Segunda Venida está al caer
James Watt

Por mi consulta ha pasado mucha gente que hace cosas raras con sus nombres. Aún recuerdo cuando aquel cantante me intentó hacer ver las ventajas de escribir "ph" en lugar de "f". "Es mucho mejor", me decía. Yo alegaba que me parecía igual, que no aportaba nada y que, al final, el "ph" resultaba neutro. No sólo no le convencí, sino que acabó creando escuela en su gremio. Supongo que fue un gran amigo de Prince.

Por todo esto, si un paciente quiere derrochar ges, no tengo ningún problema. Es una costumbre adquirida, no tiene ninguna connotación sexual como creí al principio.

David está aquejado de algo que últimamente se conoce en la profesión como el "síndrome del doctor Mateo". Es lo que ocurre cuando un médico brillante y de éxito deja todo para irse a trabajar al campo por una miseria, en el mejor de los casos. David fue uno de los primeros casos conocidos, pero no se quedó con el nombre porque de un tiempo a esta parte, es más parado que un árbol. Para revertir esa inactividad y tratar de avanzar en su problema, le he planteado una serie de ejercicios:

  • Hacer algo con su indumentaria. El gorro no es solución a su complejo de ser demasiado bajito. Cualquier cumbre de la Unión Europea es prueba de ello. Unas alzas son más discretas y seguro que más baratas que esa ropa de Ágatha Ruiz de la Prada que viste ahora.
  • Ignorar a los trolls. Todos los que hemos tenido blog alguna vez sabemos lo difícil que es, pero en cuanto salen a la luz como lo que son, se vuelven inofensivos.
  • Comprarse un coche. O, al menos, una bici. Vale que contamina menos que un automóvil, pero desplazarse sobre una especie protegida tampoco es la forma más coherente de proteger la Naturaleza.
  • Abandonar el alcohol. Nadie, nadie, se cree que esos coloretes y esa nariz sonrosada sean "por el aire puro".
  • Escuchar cada mañana a Jiménez Losantos. Con este ejercicio en concreto se le va a quitar la tontería en nada.

09 junio 2009

Flash

La velocidad de las carrozas impide apreciar el paisaje
Gaspar Melchor de Jovellanos

Un tipo que se hace llamar como un polo alargado de hielo que se saca de un plástico para chuparlo es, por definición, un reto para cualquier terapeuta.

Además, me cuesta mucho seguir a este hombre. Lo peor es que no lo digo tanto por las cosas que me cuenta como por cuando tengo que salir detrás de él para que me pague. Dice que se le olvida porque a veces hace las cosas más rápido que las piensa. Curiosamente, es lo mismo que le pasa a algunos políticos, aunque ellos ni siquiera actúan de prisa.

No es mi intención hacer comentarios partidistas, así que cambien "de prisa" por "rápido".

Tenía intención de ponerle unos ejercicios para esta semana, pero creo que los agotará en media mañana, de modo que he optado por recomendarle la estrategia del guionista español: repita usted todo hasta que rellene el tiempo especificado. Entre las actividades que le he recomendado:

  • Dejar de referirse a sí mismo como "el hombre más rápido del mundo" cuando intenta impresionar a una mujer.
  • Abstenerse de quejarse de que las instantáneas de fotomatón le salgan movidas. Y tratar de hacérselas en las cabinas que hay en las calles y no con los radares de la policía. Por mucho que la calidad sea equiparable.
  • Buscar aspectos negativos, o por lo menos aburridos, de las cosas demasiado rápidas: accidentes de tráfico, falta de perspectiva, Fernando Alonso...
  • Rescindir el contrato con su proveedor de ADSL español. Hasta que sea capaz de asumir que eso de la rapidez es relativo.
  • Pedir una paella en un chiringuito. Le permitirá atisbar conceptos de velocidad y premura antagónicos al suyo.

Carta de ajuste

A ver cómo os lo explico... esta semana acudí a la consulta como todas las semanas (es decir: en autobús). Pero ha pasado algo extraño.

Primero, en la entrada no estaba mi enfermera y alguien había cambiado el mobiliario. A continuación, la señora esa intentó impedir que entrara en mi despacho, cosa que empezó a enojarme.

Cuando por fin logré acceder a mi sancta sanctorum, me encuentro a un tipo, que por lo que sea no soy yo, atendiendo a mis pacientes. Y no sólo eso, sino que además ha sustituido también a mis pacientes por otros, lo cual ya me lleva al enfado más absoluto. Con lo que me ha costado encontrar pacientes, para que ahora me los cambien.

Como de todas formas ambos somos profesionales de lo nuestro, intercambiamos los saludos tradicionales. Cuando por fin vino la policía a separarnos, me detuve a reflexionar. Concretamente, me detuvieron los agentes y yo no pude sino ponerme a reflexionar. Me vinieron a la mente varias posibles explicaciones a lo ocurrido:

  • Alguien ha movido mi consulta girando la rueda de madera que hay en el congelador del sótano. La que pone "no tocar" y está en el edificio desde antes de que lo construyeran. Yo tampoco lo entiendo.
  • He caído en una realidad alternativa. Esto no lo creo, porque no veo a nadie con rastas, ni fumando porros. Como mucho, habré caído en una realidad paralela, pues.
  • Me he equivocado de consulta... ejem... otra vez.

Sea cual sea la verdadera, es lo que explica por qué el capítulo de esta semana va con un poco de retraso.

Nada que ver con que sea incapaz de que el ordenador reconozca la videocámara. Para nada.

Er... permanezcan atentos, que es cuestión de horas.

02 junio 2009

Bárbol

Un árbol nunca golpea un automóvil excepto en defensa propia
Proverbio americano



La terapia ideal es esa que logra modificar los comportamientos a la vez que llega a la raíz del problema. Con este paciente en concreto ni consigo llegar a esa raíz ni que tenga comportamiento en absoluto. Realmente está siendo difícil de roer.

El mayor problema es su inmovilismo. Le cuesta tomar decisiones y mucho más ponerse en marcha para llevarlas a cabo. Nunca me ha explicado a qué se dedica, pero según todos los indicios (su actitud ante la vida, los compañeros de trabajo...), debe tratarse de un funcionario. Posiblemente de la Unión Europea.

A pesar de sus reticencias, también le he mandado que haga una serie de ejercicios para intentar avanzar:

  • Hacer ejercicio.
  • Intentar avanzar.
  • Ver las cosas en conjunto: no debe que permitir que los árboles le impidan ver el bosque.
  • Evitar los quioscos. Es ver la prensa de papel y echarse a llorar. Me parece un exceso de sensibilidad.
  • Conseguir una mascota. Sería positivo que supere esa fobia que tiene a los perros.

26 mayo 2009

Wally

Dios ha muerto, Marx ha muerto... y yo tampoco me encuentro muy bien
Graffiti



La masa siempre es algo peligroso para cualquier individuo. Y cuando digo la masa, me refiero a un conjunto de personas, no al señor verde que me obliga a cambiar el mobiliario cada vez que viene y sale su padre en la conversación.

Al principio pensé que la costumbre de este paciente de rodearse de multitudes tenía que ver con la búsqueda de un sentimiento de pertenencia. Lo descarté cuando acudió a una playa abarrotada con sus habituales jersey y gorro de lana. Lo atribuyo ahora a un intento de sublimación sexual a través del contacto. En esencia es lo mismo que los señores que se rozan en el autobús o el metro, pero con gorrito.

Hemos decidido ir modificando su conducta a través de una serie de ejercicios:

  • Cambiarse de ropa. He llegado a pensar que sólo se mueve entre multitudes por disimular algún tipo de olor corporal.
  • Ver programas del corazón. No sé que relación tuvo con ellos para tener esa obsesión con pasar desapercibido, pero en cualquier caso, ya no está en su punto de mira.
  • Coger la línea 6 de metro de Madrid en hora punta. Verá cómo así se le quita la tontería de las multitudes.


Su paranoia ha llevado al paciente a registrarse en mi consulta como Enrique de la Serna. A Paula, Jess, Helio, Bea, Eric y Jow tendré que ir tratándolos en posteriores sesiones. Estoy sumamente interesado en saber cómo les convencen para ir a los sitios en manada.

19 mayo 2009

Gandalf, el GRIS

La realidad es una ilusión creada por la falta de alcohol
N. F. Simpson



En realidad no es la primera vez que trato a Gandalf. Una vez tuve que ingresarlo, a pesar de su resistencia incial. Que iba a llegar tarde, decía. Para ser un tipo que no lleva reloj, tiene un problema con lo de querer llegar a tiempo a los sitios. Lo atribuyo a la necesidad de permanecer activas de algunas personas retiradas.

En cuanto a su obsesión con los niños, no hay mayor preocupación. Los alcaloides han dejado su libido fatal, así que busca en ellos una sustitución de los nietos que nunca tuvo. En realidad, se limita a contarles historias de dragones y a decirles que se vayan juntos de excursión.

Aún siendo un vejete inofensivo, con cierta tendencia al diógenes, le he propuesto unos ejercicios para esta semana:

  • Comprarse ropa. No le ayuda ir en bata todo el día. Le he sugerido que intente combinar los colores, aunque de esto no le he visto muy convencido.
  • Cortarse el pelo y afeitarse. Con su afición a hacer marchas por el campo, sus pelos deben albergar hasta alacranes.
  • Apuntarse a los viajes del imserso, dada su afición viajera. Cuando me ha preguntado si van al reino del mal que está hacia el sur, he supuesto que se refería a Benidorm. Parece que así se ha convencido.
  • Contener su ira para no pelearse con otros ancianos, como suele hacer. Especialmente con ex compañeros de trabajo.
  • Desde luego, dejar de rememorar sus "viajes" a lomos del "caballo" con ese deje positivo.


También he procurado que deje de hacerse llamar Gandalf y otros nicks que suele usar. Ha aceptado hacerse llamar Iñigo Asiáin.

12 mayo 2009

Puntualidad

Lo malo de ser puntual es que no hay nadie allí para apreciarlo
Franklin P. Jones



Lo malo de este negocio es que hay gente que no la puedes ni ver pero tu ética profesional te obliga a tratarles. Es lo mismo que pasa con algunos profesionales de radio. Porque en la radio no se ve ni al locutor, como dijo el poeta. Oh, espero que este párrafo no dé lugar a malos entendidos.

Los problemas del paciente de esta semana incluyen una clara falta de integración social: no acaba de verse entre la demás gente. Por otra parte, tiene una frustrada tendencia al exhibicionismo y una increíble resistencia a los catarros.

Para los próximos días le he puesto los siguientes ejercicios:

  • Salir a la calle ahora que viene el sol para coger un poquito de color.
  • Vestir llamativo, para focalizar la atención de la gente.
  • Vestir, para no focalizar la atención de los agentes.
  • Dejar de hablar solo en lugares públicos, especialmente si se trata de una iglesia y está en pelotas (él, no la iglesia).
  • Romper el carné de afiliado a Izquierda Unida. En su situación, no ayuda.


El paciente de esta semana ha pedido que, para mantener su anonimato, no muestre su cara y doble su voz. Lo primero lo añado a la lista de sus problemas mentales. Lo segundo lo suplimos con el magnífico doblaje de Íñigo Asiáin. Ha sido fascinante presenciar como encajaba su voz con el movimiento de los labios del paciente.

05 mayo 2009

El soldado imperial

¿Que sea yo misma? He sido yo misma durante ocho años y no ha funcionado.
Lisa Simpson

Tratar soldados imperiales o de la Antigua República es como hablar de políticos: es muy difícil distinguir unos de otros, pero en el fondo te da lo mismo.

Como parte del tratamiento le he propuesto al paciente los siguientes ejercicios:

  • Usar el casco sólo cuando realice actividades peligrosas como asaltar una nave o hablar con ancianos vestidos con bata.
  • Cogerse unas vacaciones de sol y arena. Preferiblemente en un planeta con un sólo sol y con playas en las que además de arena, haya mar.
  • Relacionarse con personas ajenas a su trabajo.
  • No matar a las personas ajenas a su trabajo con las que se relacione.
  • No dejarse matar por las personas ajenas a su trabajo con las que se relacione.

Oh, vaya. Olvidé decirle que no debe dejarse matar por las personas de su trabajo con las que se relacione. Espero que no tenga reunión con su jefe esta semana.


A sus problemas comunes de personalidad, el paciente de esta semana, Vilatrooper, añade que cree ser un tal Josep Vilarrasa y pertenecer a algo llamado Legión 501st Spanish Garrison. Tampoco hace daño a nadie así.

02 mayo 2009

Se ofrece psicoterapeuta

¿Cuando tienes una erupción en lugar de ir al dermatólogo vas al vulcanólogo? ¿Te haces la manicura con una sierra radial? ¿Tienes problemas para aceptar la muerte porque en tu entorno nadie permanece muerto más de dos meses? ¿Cuando tu pscólogo te diagnostica "personalidad escindida" quieres una segunda opinión porque no ha tenido en cuenta que tu ropa es en realidad un alienígena?

Jo.

Pues estás fatal.

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